Maestra María Alicia Reyes Muñoz.
Una de las grandes ventajas que nos ofrece la especialidad que compartimos, es conocer otras realidades y saber la pertinencia que cobra un modelo como el denominado Educativo de Transformación Académica (META). Conocer de las fortalezas y debilidades del Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario No. 61 de Calvillo, Aguascalientes, en una voz que detalla con toda precisión de las características de la comunidad escolar y de las instalaciones del plantel en cuanto a su conformación y ubicación me parece más que sobresaliente.
Una realidad aparte es la que viven los hijos de los jornaleros que viven al día, diferencias marcadas que se reflejan en la ocupación misma y modo de ser de los estudiantes, donde el modelo de desarrollo esta centrado en la microempresa o en el poder llegar a formar parte del personal de una fábrica de ropa. En este sentido apelaría nuevamente, (como ya lo propuse en espacios anteriores, incluido el blog) a trabajar conjuntamente, involucrando con toda responsabilidad a los estudiantes de las diferentes regiones del país. Me parece que es una excelente oportunidad, porque el hecho de que un joven sepa de las dificultades que tiene que afrontar alguien de su misma edad en voz del mismo, sensibilizaría marcadamente su postura en el centro educativo donde actualmente se desarrolla o pretende hacerlo.
Maestra, los datos que ofrece, esbozan el entorno de su realidad laboral y hablan del entorno cultural con el que diariamente convive, sustentada en fuentes informativas como el INEGI: Sin embargo, me parece que en este sentido dichos datos pudieran actualizarse pues datan, según lo compartido por usted, del año 1995.
Hay evidentemente problemas que son comunes pero que se abordan y enfrentan de manera muy particular; por ejemplo, la complejidad que tenemos en el Valle de México con respecto al Agua es radicalmente opuesta a lo que usted comparte. Mientras que en Calvillo se cuenta con abundancia del líquido y aún con ello se cuenta con un plan preventivo para su preservación y conciencia en el consumo; aquí, en el Estado de México, por más planes, proyectos y programas que se proponen, el problema se torna cada vez más delicado.
Por otra parte, al plantear el asunto de la migración, se entiende que el espectro que plantea actualmente dicho problema es todavía más claro y contundente para ustedes que viven directamente las controversias y repercusiones de las remesas y divisas. No es extraño entonces que quienes hoy cuentan con la posibilidad de asistir a la educación de nivel medio superior vean con recelo la disparidad entre sus esfuerzos y los de quienes han tomado la decisión de emigrar buscando mejores posibilidades de desarrollo económico. Producto de lo anterior, leo la obviedad de la existencia de una sola posibilidad de desarrollo académico centrado en la UTNA, según lo que usted misma informa.
Hablar de la problemática ambiental y de los servicios básicos, es hacerlo de un imperativo común, ya que la contaminación de las aguas residuales, el reciclaje de basura y del abastecimiento de los mínimos indispensables para la vida cotidiana, es una responsabilidad que repercute directamente en la formación de los estudiantes, en el entendido de encontrar posibilidades mas significativas en la población escolar, muestra de ello es lo que nos comparte en el renglón de la problemática de salud de la comunidad, en tanto los usos y costumbres de los estudiantes, desde su higiene personal hasta los servicios médicos con los que cuentan, pasando por la promoción de planes y proyectos destinados a la educación sexual, consumo de drogas, tabaco y alcohol.
Observo un marcado interés en el asunto de la violencia escolar, detalla usted con precisión las características de la problemática de discriminación y abusos, así como de la indiferencia por parte de compañeros docentes ante los casos. Quiero pensar que existe preocupación en este renglón pues así lo hace ver al referirse a la falta de control al interior de la escuela y de la vulnerabilidad de los límites de la misma y menciona que esto se debe a la falta de control interno y de la poca vigilancia en los alrededores e interior del plantel.
Donde no estoy del todo de acuerdo, si usted me lo permite, es en la expresión “manzanas podridas” o “…estaría bien que expulsaran a los estudiantes…”; sin afán de otra cosa y siempre con el respeto que merece una postura y al igual una opinión, creo que ahí es donde se encuentra la parte nodal de nuestra labor formativa: no en la exclusión sino en la inclusión, no en la adjetivación, sino en la resignificación de las manifestaciones de los estudiantes, aún cuando pudieran ser estos “escoria de la sociedad”, se encuentran en espacios que pueden ofrecerles posibilidades diferentes de vida, reflejadas en la responsabilidad, acciones ejemplo de quienes laboramos como docentes y autoridades educativas.
Si embargo entiendo su postura cuando nos comparte la realidad que vive la comunidad académica, la intervención sindical que dicho sea de paso, no interviene, interfiere en el desarrollo y progreso de las relaciones laborales y académicas.
Saludo y celebro este encuentro distante en lo físico pero entrañable en el contenido.
miércoles, 21 de octubre de 2009
sábado, 17 de octubre de 2009
SEGUNDO SIMPOSIO INTERNACIONAL DE HERMENEUTICA Y EDUCACION
El encuentro del hombre consigo mismo desde la relación antropofilosófica de lo ético en el marco educativo de la modernidad.
Por Luis Alfonso Reyes Juárez[1].
______________________________________________________________________
Con este trabajo quiero poner de manifiesto mis propias reflexiones con respecto a la propuesta que se ha planteado para el seminario de Hermenéutica y Educación. Seminario que ha llegado a su IV semestre y que celebramos en las instalaciones de la Universidad Pedagógica Nacional plantel Ajusco.
Poder llegar a establecer una relación concreta entre antropología filosófica, ética y educación implica conocer de estas su objeto de estudio, su metodología y su intencionalidad como manifestaciones eminentemente humanas.
Por lo que toca a la Antropología filosófica, una fenomenología existencial que parte del yo psicológico para después trascenderlo y llegar al yo ontológico parece ser el método de investigación con mayores posibilidades de acceso a la realidad humana.
El primer paso de dicho método es el análisis de la experiencia del yo, es decir, el sujeto se reconoce como parte del proceso de conocimiento, en el que su conciencia del existir es imprescindible.
El segundo componente del método es la reflexión sobre el dato fenomenológico primigenio, que constituye una vuelta del sujeto hacia sí mismo, desde el dato percibido.
Un tercer paso o recurso dentro del método de la antropología filosófica lo constituye la referencia histórica. Hay que rescatar los hallazgos de otros investigadores, recuperar los estudios anteriores, las vivencias y opiniones de otras personas, porque entre más diversidad informativa se tenga, la reflexión podrá descubrir la manifestación de la humanidad entera al momento en que se desvela el sujeto individual.
El hombre es hombre en tanto lo que conoce de su entorno inmediato, próximo y distante, pero se hace humano en cuanto se reconoce como parte de aquello que le significa gracias a la conciencia. Así, de acuerdo con Santo Tomás "el objeto formal del conocimiento es el ser de las cosas sensibles"[2] por lo tanto, ni el dato experimental científico ni el racional posterior, representan mayor importancia que la intimidad del orden concreto de lo real del que el mismo hombre forma parte.
El sentido del reconocimiento generado por la conciencia que hace del hombre mortal un ser humano trascendente radica en su intencionalidad operante[3], llamada así por Husserl, a través de la cual el hombre sabe qué es conocer y el significado de lo que es verdad. Sin este conocimiento preliminar no se puede desarrollar el proceso del conocer, de hecho, constituye la puerta de entrada que dará la pauta para el razonamiento y la crítica[4].
El sentido de lo humano radica fundamentalmente en la razón, derivada del sentimiento que opera en la frontera entre lo verdadero y lo ficticio, no hay límite más delgado y rebuscado que la interpretación que un hombre hace de otro hombre, ambos como sujetos cargados de interpretaciones particulares sobre una misma realidad que les circunda, sobre todo cuando dicha interpretación se hace desde uno de los muchos intersticios en los que cada sujeto, como tal, se encuentra.
Son las posturas, como miradas de la interpretación, (a veces claras, a veces oscuras pero siempre subjetivas por la naturaleza propia del ser que se hace humano, mientras se reconoce humano) las que definen el sentido de la realidad circundante del ser.
El primer elemento que pretende entrar en el sentido de la modernidad es el de la educación como detonante de un sentido de homogeneidad entre los sujetos que forman parte de una sociedad.
Lo anterior implica tensión entre lo tradicional y lo práctico radical que sustenta la modernidad. La pregunta sería si es ético influir en el otro desde la perspectiva personal de lo educativo bajo la conciencia de saber que la postura individual es una entre un sin fin, aun cuando se apegue a los acuerdos que socialmente han establecido qué es lo más conveniente para el progreso y desarrollo del entorno al cual los sujetos pertenecen.
En dicho contexto, la educación encuentra tres objetivos:
a) El fomento de la cultura general.
b) La orientación pedagógica sustentada en las escuelas y centros o instituciones académicas y
c) Los principios de la convivencia ciudadana.
Podríamos decir que la modernidad es un sistema de construcción y reconstrucción. La vanguardia está rompiendo con el pasado pero al mismo tiempo proponiendo la creación de nuevas cosas. Estas a su vez serán modificadas por otras, causando que encontremos numerosas corrientes filosóficas y diferentes maneras de decir las cosas. Es ahí donde trasciende el sentido de lo ético en tanto el hombre es un ser eminentemente interpretativo[5]. Para Gadamer el hombre posee entre otras facultades el de la interpretación y es con base a la interpretación que puede relacionarse de diferentes maneras con sus semejantes y puede al mismo tiempo comprender su entorno. La hermenéutica, como ciencia de la interpretación, como arte de la interpretación entre humanos proporciona una base teórica sólida.
Si el hombre puede relacionarse éticamente es gracias a la interpretación pues la interpretación es una de las facultades humanas que abarca no solo la mente sino incluso el cuerpo. Entonces el resultado de dichas interpretaciones es el pensamiento y el cúmulo de esas representaciones es el conocimiento.
Sin embargo lo ético no es necesariamente lo justo, ni pretende serlo, porque lo ético no tiene manifestación en el equilibrio, sino en lo conveniente desde la subjetividad propia de los diferentes grupos humanos.
Por lo anterior podemos decir que el ser, en tanto humano, es ético aún cuando el sentido de la eticidad encuentre variedad y marcados contrastes entre sujetos de una misma sociedad. Aquí es donde cobra sentido la educación, es decir, desde su estructura antropológica y por lo tanto filosóficamente fundamentada, porque es parámetro que posibilita el deslinde entre posturas.
¿… qué debiera decir, qué fronteras debo respetar?
¿Si alguien roba comida y después da la vida,
qué hacer?
Desde la psicología social, el sujeto es sujetado aún cuando posee la posibilidad de transformar su mundo y por lo tanto transformarse a sí mismo. Pero qué sentido tiene el transformar dicha realidad si no es compartida por el otro, ya que es por el otro que el sujeto se reconoce a sí mismo como parte de una realidad compartida.
El escenario en el que interactúan la ética, la educación y la antropología social, es de tal manera lo mismo complejo y cambiante como simple y estable, en tanto los sujetos que interactúan en dicho escenario cobran conciencia de su participación e influencia.
A continuación propongo tres diferentes escenarios cuyo telón de fondo influye en la relación de los actores participantes cuyo punto de discusión y encuentro es responder a la pregunta ¿Cuál es el problema del hombre?[6]
Escenario uno:
Telón de fondo: Antropología Filosófica.
Actores: Ética y Educación.
Escenario dos:
Telón de fondo: Educación.
Actores. Antropología Filosófica y Ética.
Escenario Tres:
Telón de fondo: Ética
Actores: Antropología Filosófica y Educación.
Lo que esencialmente busca el hombre es una respuesta ante su problema principal. Su problema supremo es la búsqueda de sí mismo, ya que en tanto se conozca en el plano físico, intelectual, emocional y espiritual, alcanzará grados superiores de conciencia de sí y de su entorno, grados superiores de alteridad que le permitirán comprenderse a sí mismo y por lo tanto a los demás, a los otros, independientemente de los niveles de conciencia que alcancen ellos mismos.
En el encuentro consigo mismo, el hombre inicia un doble camino simultáneo, uno de identificación con el mundo externo, el cual es único e irrepetible; y el otro, de reconocimiento de todo aquello que a lo largo del primer camino ha logrado asimilar para integrarlo a su propia identidad, pues ella esta conformada por representaciones de vida, es decir, al incorporar dichas representaciones, su mundo interno ya no requiere de la presencia del objeto, sujeto o circunstancia real, es real por el hecho de ser reconocido y susceptible de ser reproducido ya sea por la posibilidad de la acción física elaborada por el propio hombre, o bien ya sea por medio del recuerdo, capacidad humana que permite establecer niveles específicos de reflexión y toma de conciencia.
¿Cómo puede el hombre, encontrarse a sí mismo si establece como telón de fondo la Ética? Toda búsqueda intelectual tiene un fin propio, pero la ciencia política ¾ética y filosofía social¾ incluye todas las demás, en el sentido de que ella determina su importancia y desarrollo. Por esta razón, la ciencia de la política puede tener como su finalidad propia nada menos que “el bien para el hombre”[7].
Con el egoismo ilustrado, para hablar de la búsqueda intelectual, la ética busca una reconciliación con el sujeto mismo y con el mundo social. Lo que encuentra el hombre ante tal escenario es una reconciliación sí, pero solamente con la sociedad. Sinceramente es dudoso que se encuentre a si mismo bajo parámetros establecidos por otros, sobre todo si esos otros no tienen representaciones compartidas con el primero.
Sin embargo, la ética es un buen negocio, porque la ética permite establecer más y mejores negocios entendidos estos no desde la perspectiva económico empresarial per se, sino desde la perspectiva de la prosperidad social, ya que toda riqueza es eminentemente social. Sin embargo la prosperidad está compuesta por la suma de situaciones que viven cada uno de los ciudadanos y que no necesariamente es homogénea, así es que la idea de un desarrollo igualitario además de utópico, es ingenuo, es tanto como hablar de una educación para todos.
La ética, lejos de limitar, le da sentido a nuestras vidas y responde a las posibilidades de supervivencia desde cualquier postura, pero no es la supervivencia física el factor principal, es la supervivencia intelectual, moral y espiritual.
Toda educación tiene un efecto público éticamente identificable. La verdadera autoridad ayuda a crecer, por el contrario la tiranía mantiene a la sociedad bajo reglas y líneas perfectamente establecidas a conveniencia de aquel que detenta el poder.
La recuperación del espíritu de lo público es fundamental para aspirar a la prosperidad del individuo dispuesto a convivir socialmente desde su propia postura ética y es así porque su educación se lo permite, porque la formación que ha recibido desde la sociedad le ha hecho responsable de sí.
Alguien que lleva una vida rica sabe equilibrar su mundo interno frente al mundo externo. Reconoce sus potencialidades y las de los demás, sin menoscabo de la relación entre iguales, aceptando sus limitaciones, sin doblegarse ante nadie, porque sus limitaciones no son obstáculos, por el contrario, son posibilidades de crecimiento individual que al ser superadas se convierten en crecimiento social.
Quien hace uso de los demás como objetos antes que como sujetos pierde racionalidad a cambio de bienes perecederos.
Más allá de la instrucción en las aulas, la educación tiene como objetivo la transmisión de conocimientos, valores, actitudes y formas culturales dentro de una sociedad, su institucionalización y sus distintas modalidades son básicas, en el entendido que la educación es el centro de la convivencia y de la supervivencia de lo humano.
La problemática de la educación como un quehacer ético en la actualidad, es que debe representar a la práctica educativa y a toda persona que esté involucrada en este proceso, reflexionando en ello desde una perspectiva filosófica. La educación se vuelve cada vez más un sistema mecanizado y sin compromisos sociales ni humanos, principalmente en los colegios que carecen del reconocimiento social y la fundamentación pedagógica de su práctica educacional.
La educación tiene como finalidad última lograr la perfección; tiene como fin último el dominio de la moral, de la fe, de las ciencias, de la cultura y las culturas; sin embargo, este fin último es imposible de alcanzar. Lo más próximo a ello es la obtención tanto de las metas parciales en un gran sentido humano, como la obtención de lo más elevado en el hombre: hombre sano, y productor de sanidad, integrado a la ecología y respetuoso de la integridad física propia y de los demás; el hombre integrado, productor, formador y forjador de la cultura, con valores estéticos y teológicos propios de su cultura, con valores económicos que busquen la justicia y que además sea libre y promueva la libertad; además un hombre que sea excelente en su práctica profesional y que sepa aprovecharla en bien de los demás, que sirva a su mundo y que permita el progreso cultural.
La razón es el fundamento de la práctica de la educación enmarcada por los valores y su arraigo en la esencia humana, y si la búsqueda perfectible humana está gracias a la existencia de la educación, el hombre depende siempre del resto de los hombres, se pierde aquí entonces la calidad de individuo, ya que aun en el arraigo esencial de los valores y su práctica, está dado por su contexto, está volviéndose entonces solo sujeto perteneciente a los demás.
Éticamente, la posesión del otro es el obstáculo a vencer. Sin embargo, la educación tiende, aún sin quererlo, a la posesión del otro, al mandato del que conoce, a la tarea para el que pretende aprender, la lección es experiencia compartida donde no necesariamente ambos actores del proceso enseñanza aprendizaje se encuentran en igualdad de circunstancias.
Siendo así, surgen preguntas cuyas respuestas propongo se discutan: ¿Cuál es el verdadero sentido de la educación en el. contexto de la modernidad, donde la ética se entiende desde la conveniencia de cada grupo social? ¿Cuáles son los alcances que la antropología social ha logrado tomando en cuenta la intencionalidad ética y educativa? Y por último, ¿es hermeneuticamente posible un estudio estructurado ente los tres factores que nos convocan?
___________________________
ARISTÓTELES Ética Nicomáquea, Libro I, 1094a18-1094b10.
GADAMER, H. G. (2005) Verdad y Método Tomo I, Sigueme Salamanca
HEGEL, G.W.F. (20009 Escritos Pedagógicos. Fondo de Cultura Económica. México
HUSSERL, Edmund. (2002) Problemas fundamentales de la fenomenología. Alianza. Madrid.
JODELET, Denise. (2006) El otro, su construcción, su conocimiento. En Valencia Abundis, Silvia. Coord. Representaciones Sociales, Alteridad, epistemología y movimientos sociales. Universidad de Guadalajara.
McLAREN, Peter. (2003) La escuela como un performance ritual. Siglo XXI. México.
METAPOLITICA (1997 – 2006) Pensadores Políticos del Siglo XX, número especial. Noviembre diciembre 2006.
PÉGUES, Tomás. (1945) Compendio de la Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino. Ed. Difusión. Buenos Aires. P. 28.
[1] Licenciado en Ciencias de la Comunicación, pasante de la maestría en Ciencias de la Educación y profesor horas clase de la Escuela Preparatoria Oficial No 126, en el Estado de México.
[2] PÉGUES, Tomás. (1945) Compendio de la Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino. Ed. Difusión. Buenos Aires. P. 28.
[3] HUSSERL, Edmund. (2002) Problemas fundamentales de la fenomenología. Alianza. Madrid.
Aquí es importante tomar en cuenta que la intencionalidad es el concepto clave de la fenomenología filosófica. Por lo anterior la intencionalidad operante cobra importancia al ser, desde Husserl, la intencionalidad práctica, implícita, inconsciente, propia de la vida corporal de la subjetividad humana y que se despliega respecto a un mundo concreto y real.
[4] Propongo aquí el sentido de la crítica como la construcción propia del conocimiento pero al mismo tiempo como la posibilidad humana d abrir el criterio hacia posturas que en lo cotidiano tomamos como radicalmente opuestas a lo éticamente establecido bajo las posturas de la modernidad.
[5] GADAMER, H. G. (2005) Verdad y Método Tomo I, Sigueme Salamanca
[6] Sean estos escenarios los que nos sirvan de pretexto para la discusión entre la relación que guardan la Antropología Filosófica, la ética y la educación. Al hacerlo, estableceremos condiciones para su interpretación desde diferentes enfoques, lo cual nos aproximará, creo, a una práctica hermenéutica sumamente interesante.
[7] Ética Nicomáquea, Libro I, 1094a18-1094b10.
Por Luis Alfonso Reyes Juárez[1].
______________________________________________________________________
Con este trabajo quiero poner de manifiesto mis propias reflexiones con respecto a la propuesta que se ha planteado para el seminario de Hermenéutica y Educación. Seminario que ha llegado a su IV semestre y que celebramos en las instalaciones de la Universidad Pedagógica Nacional plantel Ajusco.
Poder llegar a establecer una relación concreta entre antropología filosófica, ética y educación implica conocer de estas su objeto de estudio, su metodología y su intencionalidad como manifestaciones eminentemente humanas.
Por lo que toca a la Antropología filosófica, una fenomenología existencial que parte del yo psicológico para después trascenderlo y llegar al yo ontológico parece ser el método de investigación con mayores posibilidades de acceso a la realidad humana.
El primer paso de dicho método es el análisis de la experiencia del yo, es decir, el sujeto se reconoce como parte del proceso de conocimiento, en el que su conciencia del existir es imprescindible.
El segundo componente del método es la reflexión sobre el dato fenomenológico primigenio, que constituye una vuelta del sujeto hacia sí mismo, desde el dato percibido.
Un tercer paso o recurso dentro del método de la antropología filosófica lo constituye la referencia histórica. Hay que rescatar los hallazgos de otros investigadores, recuperar los estudios anteriores, las vivencias y opiniones de otras personas, porque entre más diversidad informativa se tenga, la reflexión podrá descubrir la manifestación de la humanidad entera al momento en que se desvela el sujeto individual.
El hombre es hombre en tanto lo que conoce de su entorno inmediato, próximo y distante, pero se hace humano en cuanto se reconoce como parte de aquello que le significa gracias a la conciencia. Así, de acuerdo con Santo Tomás "el objeto formal del conocimiento es el ser de las cosas sensibles"[2] por lo tanto, ni el dato experimental científico ni el racional posterior, representan mayor importancia que la intimidad del orden concreto de lo real del que el mismo hombre forma parte.
El sentido del reconocimiento generado por la conciencia que hace del hombre mortal un ser humano trascendente radica en su intencionalidad operante[3], llamada así por Husserl, a través de la cual el hombre sabe qué es conocer y el significado de lo que es verdad. Sin este conocimiento preliminar no se puede desarrollar el proceso del conocer, de hecho, constituye la puerta de entrada que dará la pauta para el razonamiento y la crítica[4].
El sentido de lo humano radica fundamentalmente en la razón, derivada del sentimiento que opera en la frontera entre lo verdadero y lo ficticio, no hay límite más delgado y rebuscado que la interpretación que un hombre hace de otro hombre, ambos como sujetos cargados de interpretaciones particulares sobre una misma realidad que les circunda, sobre todo cuando dicha interpretación se hace desde uno de los muchos intersticios en los que cada sujeto, como tal, se encuentra.
Son las posturas, como miradas de la interpretación, (a veces claras, a veces oscuras pero siempre subjetivas por la naturaleza propia del ser que se hace humano, mientras se reconoce humano) las que definen el sentido de la realidad circundante del ser.
El primer elemento que pretende entrar en el sentido de la modernidad es el de la educación como detonante de un sentido de homogeneidad entre los sujetos que forman parte de una sociedad.
Lo anterior implica tensión entre lo tradicional y lo práctico radical que sustenta la modernidad. La pregunta sería si es ético influir en el otro desde la perspectiva personal de lo educativo bajo la conciencia de saber que la postura individual es una entre un sin fin, aun cuando se apegue a los acuerdos que socialmente han establecido qué es lo más conveniente para el progreso y desarrollo del entorno al cual los sujetos pertenecen.
En dicho contexto, la educación encuentra tres objetivos:
a) El fomento de la cultura general.
b) La orientación pedagógica sustentada en las escuelas y centros o instituciones académicas y
c) Los principios de la convivencia ciudadana.
Podríamos decir que la modernidad es un sistema de construcción y reconstrucción. La vanguardia está rompiendo con el pasado pero al mismo tiempo proponiendo la creación de nuevas cosas. Estas a su vez serán modificadas por otras, causando que encontremos numerosas corrientes filosóficas y diferentes maneras de decir las cosas. Es ahí donde trasciende el sentido de lo ético en tanto el hombre es un ser eminentemente interpretativo[5]. Para Gadamer el hombre posee entre otras facultades el de la interpretación y es con base a la interpretación que puede relacionarse de diferentes maneras con sus semejantes y puede al mismo tiempo comprender su entorno. La hermenéutica, como ciencia de la interpretación, como arte de la interpretación entre humanos proporciona una base teórica sólida.
Si el hombre puede relacionarse éticamente es gracias a la interpretación pues la interpretación es una de las facultades humanas que abarca no solo la mente sino incluso el cuerpo. Entonces el resultado de dichas interpretaciones es el pensamiento y el cúmulo de esas representaciones es el conocimiento.
Sin embargo lo ético no es necesariamente lo justo, ni pretende serlo, porque lo ético no tiene manifestación en el equilibrio, sino en lo conveniente desde la subjetividad propia de los diferentes grupos humanos.
Por lo anterior podemos decir que el ser, en tanto humano, es ético aún cuando el sentido de la eticidad encuentre variedad y marcados contrastes entre sujetos de una misma sociedad. Aquí es donde cobra sentido la educación, es decir, desde su estructura antropológica y por lo tanto filosóficamente fundamentada, porque es parámetro que posibilita el deslinde entre posturas.
¿… qué debiera decir, qué fronteras debo respetar?
¿Si alguien roba comida y después da la vida,
qué hacer?
Desde la psicología social, el sujeto es sujetado aún cuando posee la posibilidad de transformar su mundo y por lo tanto transformarse a sí mismo. Pero qué sentido tiene el transformar dicha realidad si no es compartida por el otro, ya que es por el otro que el sujeto se reconoce a sí mismo como parte de una realidad compartida.
El escenario en el que interactúan la ética, la educación y la antropología social, es de tal manera lo mismo complejo y cambiante como simple y estable, en tanto los sujetos que interactúan en dicho escenario cobran conciencia de su participación e influencia.
A continuación propongo tres diferentes escenarios cuyo telón de fondo influye en la relación de los actores participantes cuyo punto de discusión y encuentro es responder a la pregunta ¿Cuál es el problema del hombre?[6]
Escenario uno:
Telón de fondo: Antropología Filosófica.
Actores: Ética y Educación.
Escenario dos:
Telón de fondo: Educación.
Actores. Antropología Filosófica y Ética.
Escenario Tres:
Telón de fondo: Ética
Actores: Antropología Filosófica y Educación.
Lo que esencialmente busca el hombre es una respuesta ante su problema principal. Su problema supremo es la búsqueda de sí mismo, ya que en tanto se conozca en el plano físico, intelectual, emocional y espiritual, alcanzará grados superiores de conciencia de sí y de su entorno, grados superiores de alteridad que le permitirán comprenderse a sí mismo y por lo tanto a los demás, a los otros, independientemente de los niveles de conciencia que alcancen ellos mismos.
En el encuentro consigo mismo, el hombre inicia un doble camino simultáneo, uno de identificación con el mundo externo, el cual es único e irrepetible; y el otro, de reconocimiento de todo aquello que a lo largo del primer camino ha logrado asimilar para integrarlo a su propia identidad, pues ella esta conformada por representaciones de vida, es decir, al incorporar dichas representaciones, su mundo interno ya no requiere de la presencia del objeto, sujeto o circunstancia real, es real por el hecho de ser reconocido y susceptible de ser reproducido ya sea por la posibilidad de la acción física elaborada por el propio hombre, o bien ya sea por medio del recuerdo, capacidad humana que permite establecer niveles específicos de reflexión y toma de conciencia.
¿Cómo puede el hombre, encontrarse a sí mismo si establece como telón de fondo la Ética? Toda búsqueda intelectual tiene un fin propio, pero la ciencia política ¾ética y filosofía social¾ incluye todas las demás, en el sentido de que ella determina su importancia y desarrollo. Por esta razón, la ciencia de la política puede tener como su finalidad propia nada menos que “el bien para el hombre”[7].
Con el egoismo ilustrado, para hablar de la búsqueda intelectual, la ética busca una reconciliación con el sujeto mismo y con el mundo social. Lo que encuentra el hombre ante tal escenario es una reconciliación sí, pero solamente con la sociedad. Sinceramente es dudoso que se encuentre a si mismo bajo parámetros establecidos por otros, sobre todo si esos otros no tienen representaciones compartidas con el primero.
Sin embargo, la ética es un buen negocio, porque la ética permite establecer más y mejores negocios entendidos estos no desde la perspectiva económico empresarial per se, sino desde la perspectiva de la prosperidad social, ya que toda riqueza es eminentemente social. Sin embargo la prosperidad está compuesta por la suma de situaciones que viven cada uno de los ciudadanos y que no necesariamente es homogénea, así es que la idea de un desarrollo igualitario además de utópico, es ingenuo, es tanto como hablar de una educación para todos.
La ética, lejos de limitar, le da sentido a nuestras vidas y responde a las posibilidades de supervivencia desde cualquier postura, pero no es la supervivencia física el factor principal, es la supervivencia intelectual, moral y espiritual.
Toda educación tiene un efecto público éticamente identificable. La verdadera autoridad ayuda a crecer, por el contrario la tiranía mantiene a la sociedad bajo reglas y líneas perfectamente establecidas a conveniencia de aquel que detenta el poder.
La recuperación del espíritu de lo público es fundamental para aspirar a la prosperidad del individuo dispuesto a convivir socialmente desde su propia postura ética y es así porque su educación se lo permite, porque la formación que ha recibido desde la sociedad le ha hecho responsable de sí.
Alguien que lleva una vida rica sabe equilibrar su mundo interno frente al mundo externo. Reconoce sus potencialidades y las de los demás, sin menoscabo de la relación entre iguales, aceptando sus limitaciones, sin doblegarse ante nadie, porque sus limitaciones no son obstáculos, por el contrario, son posibilidades de crecimiento individual que al ser superadas se convierten en crecimiento social.
Quien hace uso de los demás como objetos antes que como sujetos pierde racionalidad a cambio de bienes perecederos.
Más allá de la instrucción en las aulas, la educación tiene como objetivo la transmisión de conocimientos, valores, actitudes y formas culturales dentro de una sociedad, su institucionalización y sus distintas modalidades son básicas, en el entendido que la educación es el centro de la convivencia y de la supervivencia de lo humano.
La problemática de la educación como un quehacer ético en la actualidad, es que debe representar a la práctica educativa y a toda persona que esté involucrada en este proceso, reflexionando en ello desde una perspectiva filosófica. La educación se vuelve cada vez más un sistema mecanizado y sin compromisos sociales ni humanos, principalmente en los colegios que carecen del reconocimiento social y la fundamentación pedagógica de su práctica educacional.
La educación tiene como finalidad última lograr la perfección; tiene como fin último el dominio de la moral, de la fe, de las ciencias, de la cultura y las culturas; sin embargo, este fin último es imposible de alcanzar. Lo más próximo a ello es la obtención tanto de las metas parciales en un gran sentido humano, como la obtención de lo más elevado en el hombre: hombre sano, y productor de sanidad, integrado a la ecología y respetuoso de la integridad física propia y de los demás; el hombre integrado, productor, formador y forjador de la cultura, con valores estéticos y teológicos propios de su cultura, con valores económicos que busquen la justicia y que además sea libre y promueva la libertad; además un hombre que sea excelente en su práctica profesional y que sepa aprovecharla en bien de los demás, que sirva a su mundo y que permita el progreso cultural.
La razón es el fundamento de la práctica de la educación enmarcada por los valores y su arraigo en la esencia humana, y si la búsqueda perfectible humana está gracias a la existencia de la educación, el hombre depende siempre del resto de los hombres, se pierde aquí entonces la calidad de individuo, ya que aun en el arraigo esencial de los valores y su práctica, está dado por su contexto, está volviéndose entonces solo sujeto perteneciente a los demás.
Éticamente, la posesión del otro es el obstáculo a vencer. Sin embargo, la educación tiende, aún sin quererlo, a la posesión del otro, al mandato del que conoce, a la tarea para el que pretende aprender, la lección es experiencia compartida donde no necesariamente ambos actores del proceso enseñanza aprendizaje se encuentran en igualdad de circunstancias.
Siendo así, surgen preguntas cuyas respuestas propongo se discutan: ¿Cuál es el verdadero sentido de la educación en el. contexto de la modernidad, donde la ética se entiende desde la conveniencia de cada grupo social? ¿Cuáles son los alcances que la antropología social ha logrado tomando en cuenta la intencionalidad ética y educativa? Y por último, ¿es hermeneuticamente posible un estudio estructurado ente los tres factores que nos convocan?
___________________________
ARISTÓTELES Ética Nicomáquea, Libro I, 1094a18-1094b10.
GADAMER, H. G. (2005) Verdad y Método Tomo I, Sigueme Salamanca
HEGEL, G.W.F. (20009 Escritos Pedagógicos. Fondo de Cultura Económica. México
HUSSERL, Edmund. (2002) Problemas fundamentales de la fenomenología. Alianza. Madrid.
JODELET, Denise. (2006) El otro, su construcción, su conocimiento. En Valencia Abundis, Silvia. Coord. Representaciones Sociales, Alteridad, epistemología y movimientos sociales. Universidad de Guadalajara.
McLAREN, Peter. (2003) La escuela como un performance ritual. Siglo XXI. México.
METAPOLITICA (1997 – 2006) Pensadores Políticos del Siglo XX, número especial. Noviembre diciembre 2006.
PÉGUES, Tomás. (1945) Compendio de la Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino. Ed. Difusión. Buenos Aires. P. 28.
[1] Licenciado en Ciencias de la Comunicación, pasante de la maestría en Ciencias de la Educación y profesor horas clase de la Escuela Preparatoria Oficial No 126, en el Estado de México.
[2] PÉGUES, Tomás. (1945) Compendio de la Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino. Ed. Difusión. Buenos Aires. P. 28.
[3] HUSSERL, Edmund. (2002) Problemas fundamentales de la fenomenología. Alianza. Madrid.
Aquí es importante tomar en cuenta que la intencionalidad es el concepto clave de la fenomenología filosófica. Por lo anterior la intencionalidad operante cobra importancia al ser, desde Husserl, la intencionalidad práctica, implícita, inconsciente, propia de la vida corporal de la subjetividad humana y que se despliega respecto a un mundo concreto y real.
[4] Propongo aquí el sentido de la crítica como la construcción propia del conocimiento pero al mismo tiempo como la posibilidad humana d abrir el criterio hacia posturas que en lo cotidiano tomamos como radicalmente opuestas a lo éticamente establecido bajo las posturas de la modernidad.
[5] GADAMER, H. G. (2005) Verdad y Método Tomo I, Sigueme Salamanca
[6] Sean estos escenarios los que nos sirvan de pretexto para la discusión entre la relación que guardan la Antropología Filosófica, la ética y la educación. Al hacerlo, estableceremos condiciones para su interpretación desde diferentes enfoques, lo cual nos aproximará, creo, a una práctica hermenéutica sumamente interesante.
[7] Ética Nicomáquea, Libro I, 1094a18-1094b10.
domingo, 11 de octubre de 2009
DE SOL A FOCO Y DE FOCO A SOL
¿Cómo percibo mi docencia?
Cotidianamente duermo muy poco, se que esto no es del todo saludable pero, ni hablar, es la verdad, soy un noctámbulo empedernido.
Muy temprano como a eso de las 4:30 am inicia el trajín cotidiano, saltar de la cama para comenzar la jornada. Como es costumbre, bañarse, tender la cama, calentar la leche para los hijos, tender su cama, y el ritual del ir y venir, del bajar y subir constante para finalmente, meter a los hijos al auto y juntos mi esposa, hijos y este que escribe, salir con el tiempo justo para, primero dejar a mi esposa en la escuela donde labora, después dejar a los hijos con mi suegra (soy de los afortunados de contar con una suegra que nos apoya en todo) y luego salir con el tiempo ya encima para iniciar con las clases justo a las 7:00 am.
Al llegar a la Prepa, directo al salón de clases… “Buenos Días”, - algunos contestan, saludan con la señal de la “V”, otros apenas y se dan cuanta de que ellos mismos están en el salón de clase.
De inmediato, saco mi Lap Top, la enciendo (procuro que siempre tenga cargada la pila) abro el archivo del grupo en turno e inicio con la sesión.
- Paso Lista, Buenos días.
- Buenos Días. (al unisono)
Desde hace ya varias generaciones tengo la costumbre de pasar lista de una manera que me parece resulta agradable para los chicos. No es el típico pase de lista (uno, presente, dos presente, tres, presente…) ni tampoco (Aguilar, presente; Antunez, aquí; Bernal, mmmm…) No, el pase de lista consiste en que yo digo el apellido y ellos contestan con su nombre de “pila”, (Aguilar, David; Antunez, Gabriela; Bernal, Mauricio…) Me ha resultado porque eso me permite identificar por nombre y apellido a los más de 500 estudiantes que tengo por generación (la verdad es que no a todos los identifico pero si a la mayoría).
Luego del pase de lista, dejo sobre el escritorio un cuaderno especial para una actividad que también me ha resultado bastante significativa “La Relatoría”. Imparto la materia de Comprensión Lectora y Redacción (antes Taller de Lectura y Redacción), la relatoría consiste en que cada día un estudiante toma la decisión personal, enteramente voluntaria de redactar todo cuanto ocurre en clase, es un ejercicio bastante interesante porque se trata del testimonio escrito desde los estudiantes para la reflexión conjunta con el docente. La relatoría nos permite analizar, que fue y cómo fue que desarrollamos las clases, los temas, los comentarios y los movimientos de todos aquellos que asistimos a una determinada clase.
Particularmente me sirve mucho porque, al leer lo que escriben los estudiantes, puedo percibir no solamente cómo escriben y lo que escriben, sino que ven de la clase, cómo aprecian la clase y lo más importante, lo que yo no puedo ver de primera impresión de la clase. Es una herramienta magnifica porque es como si de pronto tuviera untar de ojos más, una mirada diferente a la mía propia, una posibilidad de objetivar el currículo oculto, en fin es una de las herramientas que me enseña muchas cosas.
Durante la clase, los alumnos pueden sentarse donde les parece más cómodo, en la butaca, en el piso, en donde ellos quieran, con el compromiso de estar muy atentos a las actividades correspondientes al día. Al inicio del semestre hemos puesto las condiciones de trabajo y una de ellas es que no debemos pedir permiso para ir al baño, “quien tenga necesidad, levántese y ande…pero recuerda, puedes engañar a cualquiera, menos a ti mismo”, al principio no lo entienden o lo toman a broma pero, cuando se dan cuenta de que en verdad no hay problema alguno para salir al baño, como que se les quitan las ganas de salir y desde que salir al baño durante la clase no es impedimento, mágicamente ya no tienen deseos.
Lo anterior permite que la clase sea más fluida y no se interrumpa con asuntos como ese, pedir permiso para salir del baño.
La clase que compartimos en un primer momento es enteramente informativa, procuro compartirles con ejemplos los diferentes temas que requerimos atender; en un segundo momento, se abre el espacio para plantear las preguntas que ellos tengan con respecto al tema en cuestión y en un tercer momento llevamos a la práctica lo que teóricamente se analizó.
Entre lecturas, preguntas y reflexiones de va la clase y cerramos siempre con un ejercicio de evaluación, que casi siempre es en el pizarrón; alguno de los alumnos tiene que pasar a esquematizar lo que se ha visto en la clase y si logra plasmar en un mapa conceptual, mental o cuadro sinóptico o alguna otra herramienta cognitiva lo visto en clase, hemos superado la prueba, de no ser así la retomamos en la siguiente sesión.
Mas o menos así es últimamente la clase que se imparte, grupo tras grupo, los resultados son diferentes y la dinámica de trabajo también porque, como en otros espacios he dicho y escrito cada grupo es un ser vivo con personalidad diferente.
Así se pasa el día y de un turno a otro, cambian muchas cosas, pero no la esencia de la clase.
Ya cuando la luz del sol se oculta, a veces ni cuenta me doy, regreso a la escuela de mi esposa y juntos vamos a la casa de mi suegra por los hijos, desayunamos-comemos-cenamos- algo antes de regresar a casa, para preparar las cosas del día siguiente, me da la media noche leyendo o escribiendo algo ya sea para la clase o para mi mismo. Es la rutina de todos los días pero, no todos los días es así (vaya contradicción) porque cada día siendo diferente, descubro algo nuevo.
Cotidianamente duermo muy poco, se que esto no es del todo saludable pero, ni hablar, es la verdad, soy un noctámbulo empedernido.
Muy temprano como a eso de las 4:30 am inicia el trajín cotidiano, saltar de la cama para comenzar la jornada. Como es costumbre, bañarse, tender la cama, calentar la leche para los hijos, tender su cama, y el ritual del ir y venir, del bajar y subir constante para finalmente, meter a los hijos al auto y juntos mi esposa, hijos y este que escribe, salir con el tiempo justo para, primero dejar a mi esposa en la escuela donde labora, después dejar a los hijos con mi suegra (soy de los afortunados de contar con una suegra que nos apoya en todo) y luego salir con el tiempo ya encima para iniciar con las clases justo a las 7:00 am.
Al llegar a la Prepa, directo al salón de clases… “Buenos Días”, - algunos contestan, saludan con la señal de la “V”, otros apenas y se dan cuanta de que ellos mismos están en el salón de clase.
De inmediato, saco mi Lap Top, la enciendo (procuro que siempre tenga cargada la pila) abro el archivo del grupo en turno e inicio con la sesión.
- Paso Lista, Buenos días.
- Buenos Días. (al unisono)
Desde hace ya varias generaciones tengo la costumbre de pasar lista de una manera que me parece resulta agradable para los chicos. No es el típico pase de lista (uno, presente, dos presente, tres, presente…) ni tampoco (Aguilar, presente; Antunez, aquí; Bernal, mmmm…) No, el pase de lista consiste en que yo digo el apellido y ellos contestan con su nombre de “pila”, (Aguilar, David; Antunez, Gabriela; Bernal, Mauricio…) Me ha resultado porque eso me permite identificar por nombre y apellido a los más de 500 estudiantes que tengo por generación (la verdad es que no a todos los identifico pero si a la mayoría).
Luego del pase de lista, dejo sobre el escritorio un cuaderno especial para una actividad que también me ha resultado bastante significativa “La Relatoría”. Imparto la materia de Comprensión Lectora y Redacción (antes Taller de Lectura y Redacción), la relatoría consiste en que cada día un estudiante toma la decisión personal, enteramente voluntaria de redactar todo cuanto ocurre en clase, es un ejercicio bastante interesante porque se trata del testimonio escrito desde los estudiantes para la reflexión conjunta con el docente. La relatoría nos permite analizar, que fue y cómo fue que desarrollamos las clases, los temas, los comentarios y los movimientos de todos aquellos que asistimos a una determinada clase.
Particularmente me sirve mucho porque, al leer lo que escriben los estudiantes, puedo percibir no solamente cómo escriben y lo que escriben, sino que ven de la clase, cómo aprecian la clase y lo más importante, lo que yo no puedo ver de primera impresión de la clase. Es una herramienta magnifica porque es como si de pronto tuviera untar de ojos más, una mirada diferente a la mía propia, una posibilidad de objetivar el currículo oculto, en fin es una de las herramientas que me enseña muchas cosas.
Durante la clase, los alumnos pueden sentarse donde les parece más cómodo, en la butaca, en el piso, en donde ellos quieran, con el compromiso de estar muy atentos a las actividades correspondientes al día. Al inicio del semestre hemos puesto las condiciones de trabajo y una de ellas es que no debemos pedir permiso para ir al baño, “quien tenga necesidad, levántese y ande…pero recuerda, puedes engañar a cualquiera, menos a ti mismo”, al principio no lo entienden o lo toman a broma pero, cuando se dan cuenta de que en verdad no hay problema alguno para salir al baño, como que se les quitan las ganas de salir y desde que salir al baño durante la clase no es impedimento, mágicamente ya no tienen deseos.
Lo anterior permite que la clase sea más fluida y no se interrumpa con asuntos como ese, pedir permiso para salir del baño.
La clase que compartimos en un primer momento es enteramente informativa, procuro compartirles con ejemplos los diferentes temas que requerimos atender; en un segundo momento, se abre el espacio para plantear las preguntas que ellos tengan con respecto al tema en cuestión y en un tercer momento llevamos a la práctica lo que teóricamente se analizó.
Entre lecturas, preguntas y reflexiones de va la clase y cerramos siempre con un ejercicio de evaluación, que casi siempre es en el pizarrón; alguno de los alumnos tiene que pasar a esquematizar lo que se ha visto en la clase y si logra plasmar en un mapa conceptual, mental o cuadro sinóptico o alguna otra herramienta cognitiva lo visto en clase, hemos superado la prueba, de no ser así la retomamos en la siguiente sesión.
Mas o menos así es últimamente la clase que se imparte, grupo tras grupo, los resultados son diferentes y la dinámica de trabajo también porque, como en otros espacios he dicho y escrito cada grupo es un ser vivo con personalidad diferente.
Así se pasa el día y de un turno a otro, cambian muchas cosas, pero no la esencia de la clase.
Ya cuando la luz del sol se oculta, a veces ni cuenta me doy, regreso a la escuela de mi esposa y juntos vamos a la casa de mi suegra por los hijos, desayunamos-comemos-cenamos- algo antes de regresar a casa, para preparar las cosas del día siguiente, me da la media noche leyendo o escribiendo algo ya sea para la clase o para mi mismo. Es la rutina de todos los días pero, no todos los días es así (vaya contradicción) porque cada día siendo diferente, descubro algo nuevo.
ME VEO CLARAMENTE
Me veo claramente
en los rincones diminutos
del inmenso distante instante
colmado de ansiedades… me veo claramente.
Más a fuerza que de ganas abordé el camión que me llevó de Tlalnepantla hacia Atizapán, dispuesto a demostrarle a mi hermana que yo, para la docencia, no servía. Ella me recomendó para que diera clases de redacción en una escuela particular, entonces, de reciente creación. Dicha idea, surgió de una charla de sobremesa, donde discutíamos en familia en torno al deficiente nivel educativo del país. Ese sábado tomamos más café que en funeral; mis argumentos definían a un sistema educativo carente de dirección al que según yo, lo único que le faltaba era ponerle “orejas de burro” al secretario de educación (Zedillo, entonces) por su deficiente participación como encargado del despacho. Por aquellas fechas (1993) estaba más o menos enterado de ese y otros asuntos porque, trabajaba con empeño en un proceso de investigación, preparando mi tesis profesional: “Hacia un mejor aprovechamiento de la información noticiosa”.
A mis 24 años cumplidos todo me parecía poco y andaba metido en cuanto evento socioeconómico, político y cultural se presentaba. Por eso, me parecía que tenía cierta autoridad para verter mis opiniones y en aquella ocasión, (me refiero a la citada charla de sobremesa) sentía que la razón me sobraba.
- No es tan fácil estar frente a un grupo de estudiantes. Decía mi hermana, quien a pesar de contar con poca experiencia como docente frente a grupo, sabía perfectamente de lo que hablaba.
- Eso no lo dudo, creo que se requiere de vocación. Le contesté.
- Creo que tú la tienes…
- ¿Qué?
- Vocación para enseñar.
- No lo creo. (Atajé), …aunque tampoco negaré que si me gustaría...
La charla terminó como la mayor parte de las sobremesas, con el mundo resuelto en los “hubiera” y en los “sería”, sin más por hacer que volver a la realidad.
Apenas unos días después, mi madre me dio un recado escrito por mi hermana: “… preséntate cuanto antes con la maestra Mariana en la escuela “X” en la dirección “X”, parece ser que hay una oportunidad para impartir clases de redacción… te dejó el número de teléfono para que te comuniques; por si te interesa”.
Recientemente había terminado una experiencia de trabajo en Canal 11, estaba semidesempleado y no tenía nada que perder. Así es que, lo consideré solamente (creo ahora) para quitarle la idea a mi hermana de que yo pudiera dedicarme a dar clases. Al otro día me comuniqué por teléfono con la maestra Mariana.
-“… en la esquina de la panadería, ahí lo espero”.
Recuerdo haberle dado ciertos rasgos físicos, llevar un libro en la mano y prometí ser puntual. Actualmente, Atizapán no es en nada parecido a lo que era entonces. Llegar, resultó muy sencillo, pues había solamente una ruta de transporte colectivo y como vulgarmente se dice “no había pierde” la panadería de referencia era la única que hacía esquina con la avenida que conduce al centro del municipio. Aún con todo, me mantuve atento para no pasar de largo y bajar justo en el lugar de la cita.
Creo que sirvió bastante la referencia de dar la finta de letrado, porque apenas pasaron cinco minutos, no más, cuando una señora de buen porte y entrada en años, me llamó por mi nombre y yo, le conteste de igual forma, solo que antepuse el obligado título de “maestra”.
De inmediato me señaló el camino hacia “la escuela”; en realidad se trataba de un local ubicado en el segundo piso de un pequeño conjunto de comercios, la mayoría de ellos desocupados. Al subir por la escalera, justamente en el descanso, podía leerse en la pared: ACADEMIA. Auxiliar Técnico en Puericultura.
- ¿… en qué? Mi ignorancia se nutría. Por supuesto no manifesté señal alguna de mi desconocimiento sobre el arte anunciado. Al llegar al cancel, adaptado como fachada del lugar, en un gran vidrio se leía la misma leyenda que habitaba en la pared. Entonces, mi ansiedad creció.
- Me dijo Judith que no tienes trabajo. Aseguró, mientras señalaba una silla que se encontraba frente a un escritorio metálico.
- Estoy ocupado en mi tesis. Dije orgulloso.
Era un local grande, dividido por un muro falso. Al otro lado se podía llegar abriendo una puerta de madera recién barnizada.
- Algo así me comentó tu hermana… y ¿qué te parece? Mira, se trata de dos grupos de chicas que estudian para Auxiliar Técnico en Pue-ri-cul-tu-ra, (otra vez la palabrita), educadoras de preescolar.
- ¡…Si, claro…! (la verdad es que la aclaración final resultó ser un verdadero salvavidas)
- … y lo que necesito es que me apoyes con algunas clases de lectura y redacción. ¿Qué te parece? Nada complicado.
- … bien, suena bien… dije en automático.
- Perfecto, entonces ahora que termine la clase que están tomando te presento con las niñas. Como te dije solamente tengo dos grupos y…
Francamente no recuerdo bien qué más me dijo, ya era un hecho que daría clases de lectura y redacción a un par de grupos de jovencitas. Sin experiencia alguna frente a grupo y con el compromiso de no quedar mal con quiensabequé recomendación de mi hermana.
Lo que con toda honestidad quiero compartir como experiencia, como mi primer experiencia frente a un grupo, es la sensación indefinida entre angustia y compromiso, entre alegría y tensón, al observar el parpadeo constante de un grupo de chicas no mayores de quince años que atendían silenciosamente a la maestra presentándome como su maestro de Lectura y Redacción.
Quise compartir este distante instante
porque ahora, todavía,
…me veo claramente.
en los rincones diminutos
del inmenso distante instante
colmado de ansiedades… me veo claramente.
Más a fuerza que de ganas abordé el camión que me llevó de Tlalnepantla hacia Atizapán, dispuesto a demostrarle a mi hermana que yo, para la docencia, no servía. Ella me recomendó para que diera clases de redacción en una escuela particular, entonces, de reciente creación. Dicha idea, surgió de una charla de sobremesa, donde discutíamos en familia en torno al deficiente nivel educativo del país. Ese sábado tomamos más café que en funeral; mis argumentos definían a un sistema educativo carente de dirección al que según yo, lo único que le faltaba era ponerle “orejas de burro” al secretario de educación (Zedillo, entonces) por su deficiente participación como encargado del despacho. Por aquellas fechas (1993) estaba más o menos enterado de ese y otros asuntos porque, trabajaba con empeño en un proceso de investigación, preparando mi tesis profesional: “Hacia un mejor aprovechamiento de la información noticiosa”.
A mis 24 años cumplidos todo me parecía poco y andaba metido en cuanto evento socioeconómico, político y cultural se presentaba. Por eso, me parecía que tenía cierta autoridad para verter mis opiniones y en aquella ocasión, (me refiero a la citada charla de sobremesa) sentía que la razón me sobraba.
- No es tan fácil estar frente a un grupo de estudiantes. Decía mi hermana, quien a pesar de contar con poca experiencia como docente frente a grupo, sabía perfectamente de lo que hablaba.
- Eso no lo dudo, creo que se requiere de vocación. Le contesté.
- Creo que tú la tienes…
- ¿Qué?
- Vocación para enseñar.
- No lo creo. (Atajé), …aunque tampoco negaré que si me gustaría...
La charla terminó como la mayor parte de las sobremesas, con el mundo resuelto en los “hubiera” y en los “sería”, sin más por hacer que volver a la realidad.
Apenas unos días después, mi madre me dio un recado escrito por mi hermana: “… preséntate cuanto antes con la maestra Mariana en la escuela “X” en la dirección “X”, parece ser que hay una oportunidad para impartir clases de redacción… te dejó el número de teléfono para que te comuniques; por si te interesa”.
Recientemente había terminado una experiencia de trabajo en Canal 11, estaba semidesempleado y no tenía nada que perder. Así es que, lo consideré solamente (creo ahora) para quitarle la idea a mi hermana de que yo pudiera dedicarme a dar clases. Al otro día me comuniqué por teléfono con la maestra Mariana.
-“… en la esquina de la panadería, ahí lo espero”.
Recuerdo haberle dado ciertos rasgos físicos, llevar un libro en la mano y prometí ser puntual. Actualmente, Atizapán no es en nada parecido a lo que era entonces. Llegar, resultó muy sencillo, pues había solamente una ruta de transporte colectivo y como vulgarmente se dice “no había pierde” la panadería de referencia era la única que hacía esquina con la avenida que conduce al centro del municipio. Aún con todo, me mantuve atento para no pasar de largo y bajar justo en el lugar de la cita.
Creo que sirvió bastante la referencia de dar la finta de letrado, porque apenas pasaron cinco minutos, no más, cuando una señora de buen porte y entrada en años, me llamó por mi nombre y yo, le conteste de igual forma, solo que antepuse el obligado título de “maestra”.
De inmediato me señaló el camino hacia “la escuela”; en realidad se trataba de un local ubicado en el segundo piso de un pequeño conjunto de comercios, la mayoría de ellos desocupados. Al subir por la escalera, justamente en el descanso, podía leerse en la pared: ACADEMIA. Auxiliar Técnico en Puericultura.
- ¿… en qué? Mi ignorancia se nutría. Por supuesto no manifesté señal alguna de mi desconocimiento sobre el arte anunciado. Al llegar al cancel, adaptado como fachada del lugar, en un gran vidrio se leía la misma leyenda que habitaba en la pared. Entonces, mi ansiedad creció.
- Me dijo Judith que no tienes trabajo. Aseguró, mientras señalaba una silla que se encontraba frente a un escritorio metálico.
- Estoy ocupado en mi tesis. Dije orgulloso.
Era un local grande, dividido por un muro falso. Al otro lado se podía llegar abriendo una puerta de madera recién barnizada.
- Algo así me comentó tu hermana… y ¿qué te parece? Mira, se trata de dos grupos de chicas que estudian para Auxiliar Técnico en Pue-ri-cul-tu-ra, (otra vez la palabrita), educadoras de preescolar.
- ¡…Si, claro…! (la verdad es que la aclaración final resultó ser un verdadero salvavidas)
- … y lo que necesito es que me apoyes con algunas clases de lectura y redacción. ¿Qué te parece? Nada complicado.
- … bien, suena bien… dije en automático.
- Perfecto, entonces ahora que termine la clase que están tomando te presento con las niñas. Como te dije solamente tengo dos grupos y…
Francamente no recuerdo bien qué más me dijo, ya era un hecho que daría clases de lectura y redacción a un par de grupos de jovencitas. Sin experiencia alguna frente a grupo y con el compromiso de no quedar mal con quiensabequé recomendación de mi hermana.
Lo que con toda honestidad quiero compartir como experiencia, como mi primer experiencia frente a un grupo, es la sensación indefinida entre angustia y compromiso, entre alegría y tensón, al observar el parpadeo constante de un grupo de chicas no mayores de quince años que atendían silenciosamente a la maestra presentándome como su maestro de Lectura y Redacción.
Quise compartir este distante instante
porque ahora, todavía,
…me veo claramente.
TIPOS DE USO DE INTERNET
Andamio cognitivo. Tipos de uso de Internet
Como reservorio, es decir para obtener: información, música, fotos, video.
Como espacio social de acción individual y colectiva, es decir, como espacio de comunicación para hacer cosas como: buscar, crear, producir, compartir colaborar, comprar, vender, obtener asistencia técnica y profesional
INFORMACIÓN
1.- Cómo conectarse a Windows live messager?
2.- Cómo conectarse a Internet?
3.- Cómo ingresar a Google y buscar información?
MUSICA
Cómo bajar música?
Cómo reproducir un archivo de música?
FOTOS
Cómo descargar imágenes?
Cómo editar una foto?
VIDEO
CREAR:
1.- Presentación en Power Point?
2.- Cómo hacer figuras en Microsoft Word?
3.- Cómo diseñar una hoja en Microsoft Office?
4.- Cómo guardar documentos n USB?
5.- Cómo guardar en Word un documento en un disquette de 3 1/2?
6.- Cómo crear metrofog?
7.- Como crear Hi5?
8.- Cómo crear una cuenta electrónica?
BUSCAR
1.- Entrar en el navegador de Google.
PRODUCIR
1.- Cómo imprimir?
2.- Cómo hacer un mapa mental en Word?
3- Cómo redactar una carta en Microsoft Word e imprimirla?
4.- Cómo usar Word?
COMPARTIR
1.- Cómo guarda un documento en la memoria?
2.- Cómo subir un archivo comprimido en Winrar a mediafire?
COLABORAR
¿Cómo hacer un tutorial?
COMPRAR
VENDER
ASISTENCIA TECNICA Y PROFESIONAL.
Cómo detectar un virus en la computadora?
Cómo desfragmentar el disco duro?
Cómo desinfectar un equipo de computo?
Como reservorio, es decir para obtener: información, música, fotos, video.
Como espacio social de acción individual y colectiva, es decir, como espacio de comunicación para hacer cosas como: buscar, crear, producir, compartir colaborar, comprar, vender, obtener asistencia técnica y profesional
INFORMACIÓN
1.- Cómo conectarse a Windows live messager?
2.- Cómo conectarse a Internet?
3.- Cómo ingresar a Google y buscar información?
MUSICA
Cómo bajar música?
Cómo reproducir un archivo de música?
FOTOS
Cómo descargar imágenes?
Cómo editar una foto?
VIDEO
CREAR:
1.- Presentación en Power Point?
2.- Cómo hacer figuras en Microsoft Word?
3.- Cómo diseñar una hoja en Microsoft Office?
4.- Cómo guardar documentos n USB?
5.- Cómo guardar en Word un documento en un disquette de 3 1/2?
6.- Cómo crear metrofog?
7.- Como crear Hi5?
8.- Cómo crear una cuenta electrónica?
BUSCAR
1.- Entrar en el navegador de Google.
PRODUCIR
1.- Cómo imprimir?
2.- Cómo hacer un mapa mental en Word?
3- Cómo redactar una carta en Microsoft Word e imprimirla?
4.- Cómo usar Word?
COMPARTIR
1.- Cómo guarda un documento en la memoria?
2.- Cómo subir un archivo comprimido en Winrar a mediafire?
COLABORAR
¿Cómo hacer un tutorial?
COMPRAR
VENDER
ASISTENCIA TECNICA Y PROFESIONAL.
Cómo detectar un virus en la computadora?
Cómo desfragmentar el disco duro?
Cómo desinfectar un equipo de computo?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)